Sí, parece que últimamente me ha dado por el "estrambótico" David Lynch, rachas que tiene una... Pese a ser un cineasta que usa y abusa de elementos tan recurrentes en todas sus obras como cantidades industriales de paranoia, un toque de absurdo y grandes dosis de promiscuidad (dicho sea de paso), e incluso en la mayoría de sus trabajos uno se quede delante de la pantalla con cara de póker o pensando directamente que este señor le ha tomado el pelo, la verdad es que sus películas no defraudan.
Como ya he dicho, bien es cierto que nunca se sabe a ciencia cierta qué puede pretender este hombre. Incluso he llegado a leer que su modus operandi habitual consiste en ir grabando escenas que se le pasan por la cabeza de forma aleatoria, sin que necesariamente eso conlleve una lógica expositiva. Puede ser. La verdad es que eso no es lo que más me sorprendería a estas alturas...


Una propuesta: Terciopelo azul, protagonizada por uno de sus habituales colaboradores, Kyle MacLachlan, e Isabella Rossellini, con quien el cineasta compartió una relación sentimental. Todo queda en casa.