¿Libertad? de creación

Es evidente que no en todos los países se cuenta con los mismos derechos, y mucho más aún el gran cisma costumbrista que existe entre Oriente y Occidente. O eso por lo menos es lo que se pone de manifiesto en la condena del director iraní Jafar Panahi, que deberá pasar seis años en prisión, además de habérsele prohibido rodar, escribir guiones y viajar al extranjero en los próximos ¡¡¡20 AÑOS!!!

Al parecer, el Gobierno iraní considera que Panahi es un cineasta "que molesta", al igual que su relación con el reconocido Festival de Cannes, considerado también como uno de los "enemigos" del régimen iraní.

Precisamente este director, ganador del León de Oro en Venecia en el año 2000 por su film The Circle, debía ser miembro del jurado de Cannes este año, acto al que no pudo asistir precisamente por estar encarcelado. Este cariño europeo por Panahi lo demuestran los numerosos artistas y directores franceses que se encuentran ya movilizados para que el cineasta sea liberado.

La abogada de Panahi, Faride Gheirat, ha declarado que el realizador iraní fue acusado de conspiración y propaganda contra el gobierno iraní. En efecto, esta denuncia estaría fundada únicamente por las películas que filma, es decir, atendiendo a su ¿libertad? creativa. Sería impensable que en nuestra sociedad ocurriese algo parecido, sobre todo teniendo en cuenta las libertades logradas por nuestro país tras los cuarenta años de dictadura vividos. Pero claro, como he dicho al inicio de este post, las separaciones entre la cultura oriental y occidental, una vez más, son demasiado significativas.